El compresor es posiblemente el elemento más importante para garantizar un correcto funcionamiento del sistema de aire acondicionado del vehículo. También conocido como bomba de calor, su función es la de comprimir el gas que posibilita el traslado del calor de una parte a otra dentro del sistema.
Su correcto funcionamiento es un requisito indispensable para disfrutar de una correcta climatización en el interior del habitáculo.
Existen diferentes tipos de sistema de aire acondicionado pero los más comunes integrados en automóviles modernos o los que presentan los sistemas externos de aire acondicionado para coche 12v, se accionan por medio de la correa estriada del motor.
A partir de ese momento, el compresor impulsa el refrigerante proveniente del evaporador para comprimirlo a baja temperatura en estado gaseoso.
Para que pueda llevarse a cabo todo este proceso, el compresor debe mostrar un nivel de lubricación adecuado. De lo contrario es probable que el sistema experimente un fallo cuya traducción puede llegar a ser una avería importante. Una de las causas que puede llegar a provocar dicha situación es la utilización prolongada del compresor del sistema de aire con una cantidad insuficiente de gas refrigerante, debida por ejemplo a una fuga en el interior del sistema.
El nivel de eficiencia del compresor influye directamente en el correcto funcionamiento del sistema de aire acondicionado, nivelando el consumo de energía derivado de la puesta en marcha de su función.
En función de su composición y su naturaleza distinguimos hasta tres tipos diferentes de compresores de aire acondicionado.
Como venimos comentando, el compresor de aire acondicionado es uno de los componentes mecánicos más importantes de un vehículo, pues de él depende directamente el correcto funcionamiento del sistema de aire.
Algunos de lo fallos más comunes en su funcionamiento pueden darse a causa de daños en la correa, la rotura del embrague del componente, el encasquillamiento de sus válvulas parciales o una fuga de refrigerante en el sistema. El dañado de los cables puede ser otra de las causas más comunes.
Para evitar este tipo de problemas es recomendable llevar al día un mantenimiento completo de los diferentes elementos del vehículo, además de utilizar refrigerante de alta calidad y estar pendiente de la correcta lubricación del sistema.