Ventajas de conducir un coche automático

 20/06/2022

Cómo conducir un coche automático. Consejos y ventajas

Si alguna vez te has preguntado cómo es conducir un coche automático, la respuesta rápida es: “cómodo y seguro”.

Han cambiado mucho las cajas de cambio automáticas con respecto a las de hace 15 o 20 años. Antes sí que hacían que el vehículo consumiese mucho más combustible y el sobrecoste de comprar un coche con cambio automático no compensaba.

Pero a día de hoy, aunque suele ser ligeramente más caro el precio del coche, compensa por la eficiencia, el confort y la seguridad que aporta.

De hecho, hay fabricantes que en algunos modelos ya no ofrecen el cambio manual. La tendencia del mercado es que acabarán todos por llevar cambio automático.

Puesto que cada vez son más comunes los coches con cambio automático, vamos a dedicar este artículo a explicar cómo conducirlos, qué diferencias tienen con los manuales y algunas recomendaciones de uso para prolongar su vida útil.

¿En qué se diferencia un coche automático con los manuales?

Un coche automático solo tiene 2 pedales, el de freno y el acelerador. Así que te ahorras tener que controlar el embrague.

No hay pedal de embrague ni la tradicional palanca de cambios en H con los números de las marchas. Esta última se sustituye por otra palanca con una serie de letras.

Además, los coches automáticos que se fabrican hoy en día son más eficientes que con el cambio manual: gracias a la electrónica del vehículo, optimizan las marchas y se adaptan a las condiciones del terreno y velocidad.

Cuando te paras, en un semáforo o atasco, no necesitas poner el coche en posición neutra como con los manuales. Basta con que detengas el coche con el pedal del freno. Para continuar tu trayecto, levantas el pie del freno y el coche comienza avanzar.

Conducir un coche automático es mucho más sencillo porque una vez que comienza la marcha, de lo único que tienes que preocuparte es de acelerar y frenar. El cambio de marchas lo realiza el coche por sí mismo.

Aunque algunos modelos, que cuentan con levas detrás del volante, sí que se pueden reducir o aumentar las marchas con la mano. Lo veremos a continuación.

Cómo funciona el cambio de un coche automático

Como ya hemos avanzado, al conducir un coche automático te olvidas de ir seleccionando las marchas para adaptar el ritmo del vehículo a las circunstancias del tráfico.

Es el propio cambio automático el que se encarga de cambiar las marchas en función de la velocidad que le marcas a través del acelerador y el freno.

La palanca de cambios de un coche automático tiene como mínimo 4 posiciones:

  • P de Parking: que solo debes ponerla cuando el vehículo esté totalmente detenido. En algunos modelos se activa mediante un botón del salpicadero.
  • N de Neutral (punto muerto): que utilizarás si tu coche tiene que ser remolcado o para pasarlo por un túnel de lavado, pero nunca en un trayecto.
  • D de Drive (conducir): la que pondrás para circular.
  • R de Reverse (o marcha atrás): mismo uso que en un coche con cambio manual.

En algunos casos tendrás otra posición en la palanca de cambios automática, que es la “S” de Sport. Que prioriza marchas rápidas y cortas. Muy útil para maniobras de adelantamiento en carretera o en bajadas de puertos.

Algunos fabricantes añaden un extra: el modo secuencial o manual, que mediante una palanca junto al volante (leva) permite al conductor subir o bajar de marcha. Por ejemplo, para reducir la velocidad ligeramente sin abusar del freno. Se trata de un término medio, entre la conducción automática y la manual y que se utiliza muy de vez en cuando.

Si estás valorando comprar un vehículo híbrido, su cambio será automático, seguro.

Consejos para conducir un coche automático

El principal consejo que tienes que tener en cuenta a la hora de conducir un coche automático es este: solo debes usar un pie, el derecho, para acelerar y frenar.

El pie izquierdo no debe pisar ningún pedal. Encontrarás un reposapiés para que lo mantengas ahí y evites la tentación de embragar.

Si no estás acostumbrado a conducir un coche automático, lo mejor es que pongas el pie izquierdo cruzado por detrás de tu pierna derecha. Así evitarás pisar el freno con ese pie sin querer y de manera instintiva.

Como la pisada en el embrague suele llevar bastante fuerza, si pisas por error el freno el coche con el pie izquierdo podría quedarse clavado. Y además del frenazo te podrían embestir los vehículos que vayan tras tuyo.

Otra cosa que debes conocer es que en un coche con cambio automático tienes que mantener pisado el pedal del freno si quieres cambiar de la posición de parking (P), que es la que tiene por defecto al arrancar el motor, y la posición de conducir (D).

Es así por seguridad, porque otra de las diferencias al conducir un coche automático es que en el momento en que sueltes el pedal del freno, con la marcha en posición D o R el coche se comenzará a mover poco a poco sin necesidad de acelerar.

Un último consejo: no utilices la posición N (punto muerto) en una bajada para ahorrar combustible, porque los cambios automáticos actuales son más eficientes y además es peligroso.

Qué ventajas tiene conducir un coche automático

Conducir un coche automático es especialmente cómodo en trayectos urbanos, donde hay que parar en semáforos, pasos de cebra, cruces y atascos. Como ya hemos comentado, no necesitas ni siquiera poner la palanca en posición (N) de punto muerto.

La ventaja principal es la comodidad. Solo te tienes que preocupar de acelerar y frenar. Así que obviamente también es más seguro porque vas más atento a la conducción y no de si tienes que subir o bajar de marcha.

Además, los cambios de marcha que hace el coche en automático son imperceptibles, lo que añade suavidad a la conducción.

También consumen menos. Gracias a la electrónica, optimizar el rendimiento del motor y a día de hoy son más precisos que la conducción manual.

En el caso de que el vehículo cuente con la posibilidad del cambio secuencial (manual) también es más fácil de manejar porque no necesitas levantar las manos del volante para accionar las levas.

En cuanto al mantenimiento, una caja de cambios automática lleva un lubricante específico que hay que conservar en buen estado para evitar fallos. Esto no supone mayor problema si no te saltas las revisiones y cambios que recomiende el fabricante del vehículo.

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