La suspensión de un coche se encarga de absorber las irregularidades del asfalto y también de que los neumáticos estén siempre en contacto con el suelo. Esto garantiza la confortabilidad y la seguridad del vehículo.
Cada modelo lleva de fábrica una suspensión determinada por el fabricante, pero es algo que se puede cambiar para ganar deportividad. La suspensión roscada es la elección más acertada para hacerlo.
Sin embargo, no se puede hacer de cualquier manera. En este artículo vamos a explicar qué es la suspensión roscada, cómo se regula y qué necesitas para homologarla.
Las suspensiones roscadas son un sistema de amortiguación compuesto por muelles y el elemento hidráulico (el propio amortiguador). Lo que los diferencia de los que vienen de serie es que es ajustable en altura mediante la rosca.
También se les conoce como coilovers, y son los encargados de suavizar los baches del firme dentro del habitáculo, evitar rebotes cuando el coche sube o baja un badén o bache y de equilibrar el vehículo.
La suspensión roscada puede regular la altura pero también la dureza. Según el modelo, fabricante y precio del suspensor roscado vas a encontrar diferencias bastante significativas.
Los motivos para bajar la altura del coche, y no dejarlo tal y como lo entregan de fábrica, suelen ser dos: fines estéticos o también funcionales.
El cambio de suspensión, por ejemplo para bajar la altura del coche y darle un aspecto más deportivo, tiene como consecuencia que el centro de gravedad del vehículo también es más bajo. Así que, como imaginas, la conducción también cambia: tiempos de frenada, estabilidad en las curvas, balanceo...
No olvides que al bajar la altura del coche, estás modificando su comportamiento. Y su diseño inicial no está pensado para esa altura, por eso se exige legalizarlo con un proyecto firmado por un ingeniero. Si sigues leyendo hasta el final, descubrirás cómo.
Aunque la suspensión roscada permite regular la altura, antes de elegir una debes consultar las especificaciones técnicas. El fabricante de la suspensión roscada especifica el mínimo y máximo de regulación en altura donde trabajar en su manual de usuario. Hay que respetarlo para que el funcionamiento del amortiguador sea el recomendado y no deteriorarlo (ni el resto de componentes del coche).
Además, hay que tener en cuenta la dureza que la regula el diseño del muelle. La elección de la marca de la pieza es determinante para conseguir no solo la altura deseada sino también la confortabilidad para conductor y pasajeros.
Al elegir una suspensión roscada es conveniente tener en cuenta las características del coche, dimensiones, peso y lugar de conducción (urbano o carretera).
Puesto que la suspensión es considerado un elemento de seguridad, la instalación debe realizarse en un taller que cuente con todas las garantías. Sobre todo si quieres evitar una multa considerable.
Como acabamos de mencionar, la suspensión forma parte de la seguridad del coche, puesto que garantiza la estabilidad del vehículo. Así que la normativa exige que cualquier cambio quede reflejado en la ficha técnica. Por eso, la respuesta a la pregunta es: sí es legal cambiar la suspensión del coche y ponerle una roscada. Pero hay que legalizarlo.
Veamos cómo homologarlo.
Por un lado, la pieza (los propios suspensores roscados) tiene que tener un certificado de una entidad independiente autorizada. La más habitual es la TUV (alemana) que garantiza que el material cumple con los estándares de calidad exigibles a nivel europeo.
Pero no basta con eso. Aun así hace falta un proyecto técnico, un certificado final de obra, un informe de conformidad, un certificado de taller, fotos, informe de laboratorio… Ya te imaginas que todo eso tiene un coste añadido, aunque debes saber que si no lo haces, la multa te va a salir más cara que la homologación.
Además, si tienes un accidente y no lo has homologado, el seguro no te va a cubrir. Y si te para la policía puedes tener un problema grave.
Según la ley, tras hacer la reforma en el coche, el usuario tiene 15 días para pasar la ITV. No sirve la ITV normal periódica, sino que tienes que pedir cita para ITV en reformas, donde hacen inspecciones de proyectos.
Aunque una de las ventajas de la suspensión roscada es que se puede regular en altura, la homologación se hace para una altura determinada, y esa es la que debe llevar cada vez que pase la inspección. En la documentación del proyecto de modificación de la suspensión van detalladas todas esas alturas, y además siempre cumplirán con los mínimos establecidos en la normativa.
Si estás pensando cambiarlos por una suspensión roscada, adelante, y disfruta de ese toque personal y deportivo de tu coche. Aunque te vamos a dar una serie de recomendaciones básicas:
Hay suspensiones roscadas low cost con un montón de funciones para regular. Nuestra recomendación es que desconfíes de ellas.
No duran y pueden dañar a otros elementos del vehículo. No hacer una buena elección puede suponer un mayor desgaste de los neumáticos.
Si no queda bien ajustada, la suspensión roscada puede afectar a los sistemas de seguridad activa como el ESP, TCS, ABS…
La suspensión más cara no tiene por qué ser la idónea en el caso de tu coche. Lo mejor es que consultes a un experto y te dejes asesorar en tu caso concreto.