Con la llegada del invierno, todos sacamos la ropa de verano del armario para sustituirla por una más adecuada con la que combatir el frío: camisas de manga larga, jerseys, zapatos, guantes, bufanda... Sin embargo, son muy pocas las personas que realizan la misma operación en el vehículo, reemplazando los neumáticos de verano por los de invierno.
En algunos países del norte de Europa como Noruega o Suecia son obligatorios durante los meses más fríos. En otros, como en Alemania, Austria o Francia existen tramos específicos señalizados en los que su utilización es obligatoria. En España, pueden sustituir a las cadenas cuando éstas son obligatorias. Pero ¿qué diferencia a un neumático de invierno de uno de verano? Las gomas aconsejadas para las épocas más frías tienen un dibujo concebido para evacuar el agua y reducir el riesgo de aquaplaning. Además, cuentan con multitud de laminillas –cortes finos en el dibujo- elásticas para agarrarse bien sobre la nieve. Los neumáticos permanecen flexibles y agarran mejor a bajas temperaturas gracias a que en su fabricación se ha utilizado caucho natural. Asimismo, la profundidad del dibujo, que es de 3 mm como mínimo, es mayor que la de los neumáticos de verano, permitiendo, de este modo, una mejor adherencia y una óptima motricidad.
Por su parte, los neumáticos de verano pierden fiabilidad cuando el termómetro baja de los 7º C, ya que la goma se endurece y se torna menos adherente, lo que se traduce principalmente en un alargamiento de la distancia de frenado sobre suelos nevados, mojados o con hielo. Ten en cuenta que la distancia de frenado sobre nieve o hielo con neumáticos de verano aumenta entre un 20% y un 30% respecto a los de invierno; sobre superficie mojada, el porcentaje es algo mayor.
Sí. Los neumáticos de invierno son en torno a un 7% más caros que las gomas de verano. Además, las homologaciones de velocidad máxima son inferiores que las de las ruedas propicias para la temporada estival.
Sí puedes utilizarlos en verano, pero no olvides que la nieve y el hielo son su elemento. Al desaparecer, hay que volver al neumático de verano, puesto que rodando a temperaturas normales se desgasta más y pierde efectividad. También debes tener en cuenta que con ellos aumentará el consumo medio de combustible.
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