Los peligros de los smarthphones para la seguridad vial
Los teléfonos móviles han sido una preocupación para la seguridad vial desde que se popularizaron en la década de los 90 del siglo pasado. En la actualidad, los teléfonos inteligentes o smartphones ofrecen aplicaciones que acentúan este problema: mapas, información sobre el estado del tráfico o de otro tipo, comunicaciones, etc. Utilidades todas ellas que atraen el interés sobre la pantalla del teléfono, provocando de esta forma que se descuide la atención en el tráfico o la vía pública.
Para demostrar esto mismo, el Institute of Advanced Motorists, organización inglesa dedicada a la seguridad vial, llevó a cabo un estudio donde se le pidió a un grupo de jóvenes que condujera, en un simulador, usando un smartphone, sin usarlo. Los resultados muestran las consecuencias de usar teléfonos inteligentes mientras se conduce:
1. Se presta menos atención a la carretera. Cuando no se usa el teléfono, la atención se desvía durante un 10% del tiempo. En cambio, al usar el teléfono la atención se desvía entre un 40%-60% del tiempo.
2. Aumenta el tiempo de reacción en un 38%.
3. Desvío de la trayectoria, provocando salidas de carril involuntarias. Como curiosidad, una encuesta del año 2003 de la DGT indica que este ya era, hace diez años, el incidente más frecuente debido al uso del teléfono móvil.
4. Dificultad para responder con rapidez cuando el coche delantero reduce la velocidad.
A pesar de que se notificó una tendencia a disminuir la velocidad para usar el teléfono, esto no evitó que la conducción se viera perjudicada.
Por otro lado, también los peatones corren riesgos cuando usan smartphones en la vía pública: se desplazan más lentamente, lo que provoca que tarden más tiempo en cruzar las calles, se despistan fácilmente, ignoran señales, a otros viandantes o incluso vehículos, etc. Comportamientos que sin duda conocemos bien por ser habituales.
En definitiva, los smartphones son incompatibles con la atención requerida para conducir un vehículo o para prestar la debida atención a la vía pública. Requieren concentración, tener las manos ocupadas y desviar la mirada hacia su pantalla. No es seguro hacer todo eso mientras se conduce. Por ejemplo, una consulta rápida al teléfono podría suponer un accidente con el coche delantero si este frena bruscamente.