Todos sabemos que según sale un coche nuevo del concesionario, su valor económico baja inmediatamente. Así que lo ideal es que, ya que haces la inversión, al menos la rentabilices lo máximo posible y el coche te aguante cuantos más años mejor.
Incluso si optas por el mercado de segunda mano para comprarte un seminuevo, te interesa saber cuántos kilómetros más te puede durar sin que empiece a dar problemas.
En este artículo te vamos a dar datos promedio, para que te hagas una idea, porque depende mucho del modelo de coche, tu estilo de conducción y sobre todo de si se le hace un buen mantenimiento.
Aun hablando de promedios, es complicado dar una cifra exacta sobre la vida útil promedio, ya que además de los kilómetros también puede depender de factores individuales y específicos de cada modelo.
Además, la vida útil de un coche no está necesariamente determinada por la distancia recorrida en kilómetros, sino por el estado general del vehículo, el desgaste de los componentes y otros factores que vamos a detallar a continuación:
Según estudios y estimaciones generales, se considera que un coche bien mantenido y de calidad puede durar entre 15 y 20 años, o alcanzar aproximadamente 250,000 a 300,000 kilómetros recorridos. Aunque esto no signifique en absoluto que durante ese tiempo no vayas a tener que reemplazar piezas y hacer algunas reparaciones en el taller.
¿Existen coches que duran más? Sí, pero también que duran menos.
Si hacemos una estimación de que un conductor medio le hace 15.000 km al año al coche, en 10 años ese vehículo acumulará 150.000 kilómetros, una cifra nada desdeñable.
Además, como ya hemos comentado la vida útil no está sujeto solo a la distancia que recorra sino a todo un conjunto de factores en los que ya hemos profundizado.
Sin embargo, hay algunas formas en las que puedes obtener otras referencias aproximadas, sobre todo si vas a comprar un coche de segunda mano:
Para prolongar la vida de un coche, es importante hacerle las revisiones establecidas por el fabricante del vehículo: cambios de aceite y filtros, revisar y mantener los niveles de líquidos, verificar el sistema de frenos, alinear y equilibrar las ruedas, mantener los neumáticos correctamente inflados, realizar inspecciones periódicas del motor y la transmisión, y reemplazar las piezas desgastadas antes de que causen problemas mayores.
Además, es fundamental conducir de manera suave y responsable, evitando aceleraciones y frenadas bruscas, así como seguir las recomendaciones de carga y remolque del vehículo.
Los coches eléctricos y los de combustión interna presentan diferencias en la duración en términos de kilómetros recorridos debido a diversos factores. En el caso de los coches eléctricos, la durabilidad de la batería es uno de los factores clave.
Con el tiempo, las baterías de los vehículos eléctricos pueden experimentar una degradación que afecta la capacidad y autonomía. Sin embargo, los avances tecnológicos en las baterías están mejorando su longevidad.
Por otro lado, los coches de combustión interna están sujetos al desgaste de componentes mecánicos, como el motor, la transmisión y otros sistemas relacionados.
El mantenimiento adecuado y el estilo de conducción influyen en la duración de ambos tipos de vehículos, aunque los coches eléctricos tienen menos piezas móviles y pueden requerir menos mantenimiento en general.