Cuando hace calor, el aire acondicionado del coche es nuestro mejor aliado. De hecho, no se trata simplemente de conducir más cómodos sino de una cuestión de seguridad pues se conoce que el 17% de los accidentes de tráfico se deben a las altas temperaturas.
No debemos olvidar que dentro de un coche en movimiento puede haber al menos 5°C más que en el exterior. Cuando se superan los 24°C la percepción del conductor se ve afectada, con 30°C puede cometer un 20% más de fallos al volante y si se superan los 35°C experimentará los mismos efectos que si tuviera un índice de alcoholemia en sangre de 0,5 mg/l.
No obstante, debemos tener en cuenta que cuando el refrigerante se calienta, aumenta su volumen y se dilata, generando una presión mayor de la que se obtiene a temperaturas más bajas. Por eso es fundamental el presostato, que se encarga de calcular la presión que hay en el circuito, determinando cuándo debe detenerse el ventilador del condensador o el compresor. En práctica, se trata de una especie de interruptor de presión. Por ejemplo, si la presión supera los 12 bar, el presostato suelta el embrague del compresor y activa el ventilador, pero si la presión es muy baja desconecta todos los componentes.
Luego, el refrigerante pasa por el filtro deshidratador, que se encarga de extraer la humedad y eliminar cualquier sustancia que penetre en el sistema. Este paso es muy importante ya que el refrigerante recorre el circuito de aire acondicionado del coche varias veces y puede arrastrar a su paso agua o cualquier otra sustancia que termine dañando el sistema. El filtro deshidratador tiene la misión de absorber la humedad y filtrar las pequeñas partículas.
A continuación, el refrigerante pasa por la válvula de expansión, que tiene una sonda instalada para regular el paso de este al evaporador, en dependencia de su temperatura. A un lado de la válvula la presión es alta, al otro lado es baja, esto permite que el refrigerante se enfríe y pase de líquido a gas. Finalmente, el refrigerante pasa por el evaporador, donde encuentra el aire que emite el ventilador, este se enfría y es el que finalmente recibimos dentro del coche.
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